I've always wanted... to eat glass with you again

Llegué a la esquina de Lago Andrómaco y Prolongación Moliere despues de 5 dias de contínua busqueda de una entrada para el concierto, enojado por el excesivo costo de los precios en reventa ( hasta 1500) , coloque la entrada que me sobraba con un joven que aun no aseguraba su acceso al recinto.

En la fila me encontré con parte de la vieja escuela. recuerdos de hace años, del comatorium y del tirame.tk. Ahi mismo les confesé mi apatía inicial frente al concierto cuando recien confirmaron la fecha y se enteraron de como esa apatía fue mutando en ansiedad -¿será un error no asistir?- y esa ansiedad inevitablemente se convirtio en la convicción de que mi inasistencia provocaría en mi un arrepentimiento que no me iba a arrancar de la cabeza en mucho tiempo.

Ingresé al Vive Cuervo Salón con una dosis de LSD y una caja con algunos gramos de marihuana-

Ya estabamos dentro del recinto antes de las 7pm, sorprendido -debo aceptarlo- pues no esperaba que el promedio de edad del concierto rondara entre los 16 y 18 años. me senti viejo.

La música escogida por los Volta como preludio a 5ta su presentación en la Ciudad de México no sorprende en ningún nivel, por el contrario, creo que funciona para poner en contexto la musica, las peliculas, las situaciones que los han influido. Todo en ellos va mucho mas allá.

El amargo sabor del cuadro de papel sumergido en dietilamida de ácido lisérgico invade mi lengua, mi paladar y mi garganta.

Las luces se apagan y como siempre el tema que acompaña el ingreso d elos integrates de la banda al escenario : "Per un Pugno di Dollari" -Fistful of Dollars- pelicula de Serio Leone, protagonizada por Clint Eastwood, compuesto por Enio Morricone

Así como en las mesiánicas películas del Spaghetti Western, comienza un duelo. Yo contra mi pasado . Yo contra mi presente. Yo contra mi futuro. Yo contra mis impulsos y mis ideas.

Is anybody there..? These steps keep on growing long

Iniciaba ya la locura, frente a mi - y obviamente mas cerca del escenario- las personas parecen ir a cualquier cosa menos a disfrutar un concierto, empujones, codazos, faltas de respeto parecen ser ya costumbre en los eventos en mi país -que tristeza-

pero todo continuaba...

Cierro los ojos y mantengo mi distancia con la eufórica multitud, ya lo dije. soy yo solo, yo y mi pelea. Me guardo en un lugar donde el espacio vital aún existe, me lleno de giutarra, me atasco de bajo, me contraigo con las percusiones y la voz taladra mis oidos.

Las fotografías de la mente van tomando forma, los movimientos dentro y fuera del escenario son casi convulsivos. Ya las pupilas se abren y la velocidad de obturación de mis ojos se encuentra en su tiempo mas lento. La imparable trepidación de las luces no me marea.

anoche te vi caminando sin la alma de tu cuerpo en los brazos sin luz

Llego el momento de la explosión. Cierro los ojos muy fuerte, para evitar herir o resultar herido. El resultado es claro, la verdadera batalla apenas esta comenzando, llegan a mi piel los primeros sonidos coloreados, las primeras voces impreganadas de olores y el sabor amargo en mi garganta.

Los vellos en mis brazos se convierten en receptores sensoriales, mi voz se pierde y no queda mas que levantar los brazos para recibir memorias que no me pertenecen, entender situaciones que no me corresponden, abrir puertas que sin razón aparente permanecían cerradas. Los recuerdos, los miedos, los encuentros, la busqueda, el descubrimiento. Asi decenas y decenas de momentos que pasan frente a mis dilatadas pupilas.

Salte veneno!... salte de aqui!...

La sinestesia deja de ser simple metáfora. mis sentidos se mezclan unos con los otros y el sonido amargo del LSD entra por mis poros, mientras los colores que emanan del escenario estan siendo degustados por las palmas de mis manos. Mis ojos cerrados se encargan de suponer el resto. no hay mucho que ver en el exterior cuando al interior esta sucediendo algo definitivo.

Las manos tiemblan y la soledad se convierte en mi mejor compañera. Así debía de ser, no existía otra solución. El sudor que corre por mi frente me recuerda que estoy vivo, que estoy disfrutando de una experiencia a la que pocos tienen acceso, una experiencia a la que muy pocos se quieren enfrentar.


He knows that the taste is such... is such to die for


Pierdo el contro sobre mis movimientos, pierdo el control que ejercía sobre mi mismo. Llega a mi una revelación del miedo mentiroso, de la innecesaria pretención , del estupido desconocimiento.

Mi cerebro se mueve al ritmo de mis extremidades y asi como Goliath fue vencido por sus pequeños miedos con el nombre de David, mi interior gano este duelo, desenfundo la pistola con mayor velocidad y una a una las ardientes balas entraron en mi, alojadas entre mis musculos y mis ideas. Explotando poco a poco provocando que mi yo quedase esparcido por el lugar.

Una derrota que tiene sabor a victoria, el amargo sabor de la victoria piscodélica. La formula alojada en mi higado, C20H25N3O, reacciona a la cannabis sativa. Mi interior recibe al tibio humo y roba de el una parte para convertirla en vida, el resto es expulsado y con el se van los malos momentos. lo que no funcionó nunca.

Give me that corpse please, the one that tore nightly...I really want it now

Yo tengo el control siempre, pero cedí el poder de esta experiencia para que mi ser se encargara de disfrutar. Aunque la sustancia tiene control sobre los hilos yo no soy la marioneta, yo estoy fuera, disfrutando el papel de espectador.

Mi piel sigue escuchando y mis ojos no dejan de robar momentos para convertilos en daguerrotipos mentales. La caja negra de mi mente esta ahora saturada. La música termina, las luces se prenden y el duelo termino.

Ya son más de 5 años los que han transcurrido desde la primera vez que entraron a mi mente, siempre había buscado una abstracción de este tipo, hace 6 años yo era una persona completamente diferente. El tiempo me ha dado la razón.

Llegué a mi vida en el momento exacto.

Decidí terminar esto con las mismas palabras con las que empezo - para mi - poco menos de 6 años atras.

Aunque me dejastes ahogado en el mar, acuestate en la tierra de la realidad de tu sueño... Manos me recuerdo, solamente a ti te odio... yo ya me voy


ESTO NO FUE UNA RESEÑA.
Esto es la experiencia personal del
autor durante el concierto que ofreció
The Mars Volta en el Vive Cuervo Salón
Ciudad de México el 7 de noviembre del 2008